Warsan Shire. Traducción de Javier Izquierdo Reyes
home
no one leaves home unless
home is the mouth of a shark
you only run for the border
when you see the whole city running as well
your neighbors running faster than you
breath bloody in their throats
the boy you went to school with
who kissed you dizzy behind the old tin factory
is holding a gun bigger than his body
you only leave home
when home won’t let you stay.
no one leaves home unless home chases you
fire under feet
hot blood in your belly
it’s not something you ever thought of doing
until the blade burnt threats into
your neck
and even then you carried the anthem under
your breath
only tearing up your passport in an airport toilets
sobbing as each mouthful of paper
made it clear that you wouldn’t be going back.
you have to understand,
that no one puts their children in a boat
unless the water is safer than the land
no one burns their palms
under trains
beneath carriages
no one spends days and nights in the stomach of a truck
feeding on newspaper unless the miles travelled
means something more than journey.
no one crawls under fences
no one wants to be beaten
pitied
no one chooses refugee camps
or strip searches where your
body is left aching
or prison,
because prison is safer
than a city of fire
and one prison guard
in the night
is better than a truckload
of men who look like your father
no one could take it
no one could stomach it
no one skin would be tough enough
the
go home blacks
refugees
dirty immigrants
asylum seekers
sucking our country dry
niggers with their hands out
they smell strange
savage
messed up their country and now they want
to mess ours up
how do the words
the dirty looks
roll off your backs
maybe because the blow is softer
than a limb torn off
or the words are more tender
than fourteen men between
your legs
or the insults are easier
to swallow
than rubble
than bone
than your child body
in pieces.
i want to go home,
but home is the mouth of a shark
home is the barrel of the gun
and no one would leave home
unless home chased you to the shore
unless home told you
to quicken your legs
leave your clothes behind
crawl through the desert
wade through the oceans
drown
save
be hunger
beg
forget pride
your survival is more important
no one leaves home until home is a sweaty voice in your
ear
saying-
leave,
run away from me now
i dont know what i’ve become
but i know that anywhere
is safer than here
hogar
nadie abandona su hogar a menos que
el hogar sea la boca de un tiburón
sólo corres hacia la frontera
cuando ves a toda la ciudad corriendo también
tus vecinos corriendo más rápido que tú
aliento sanguinolento en sus gargantas
el chico con el que fuiste a la escuela
el que te besó tontamente tras la antigua fábrica de latas
está sosteniendo un arma más grande que su cuerpo
sólo abandonas tu hogar
cuando el hogar no te permite quedarte.
nadie abandona su hogar a menos que el hogar te persiga
fuego bajo los pies
sangre caliente en tu vientre
no es algo que hayas pensado hacer
hasta que el filo gastado amenaza
tu cuello
y aun entonces cargaste el himno bajo
tu aliento
sólo rasgando tu pasaporte en unos baños de aeropuerto
sollozando con cada bocado de papel
te queda claro que no podrías regresar.
tienes que entender,
que nadie pone a sus hijos en un barco
a menos que el agua sea más segura que la tierra
nadie quema las palmas de sus manos
bajo trenes
debajo de carrocerías
nadie pasa días y noches en el estómago de un camión
alimentándose de periódicos a menos que las millas recorridas
signifiquen algo más que el trayecto.
nadie se arrastra bajo vallas
nadie quiere ser golpeado
escupido
nadie escoge campos de refugiados
o registros al desnudo donde tu cuerpo
se queda dolorido
o la prisión,
porque la prisión es más segura
que una ciudad de fuego
y un guarda de la prisión
en la noche
es mejor que un camión repleto
de hombres que se parecen a tu padre
nadie puede soportarlo
nadie puede digerirlo
ninguna piel sería lo suficientemente dura
el
váyanse a casa negros
refugiados
sucios inmigrantes
solicitantes de asilo
dejando secos nuestros países
negratas con sus manos mendigas
huelen raro
salvajes
arruinaron sus países y ahora quieren
arruinar el nuestro
cómo hacen las palabras
las miradas sucias
ruedan sobre tus espaldas
quizás porque el golpe es más suave
que un miembro cortado
o las palabras son más tiernas
que los catorce hombres entre
tus piernas
o los insultos son más fáciles
de tragar
que el escombro
que el hueso
que el cuerpo de tu hijo
en pedazos.
quiero ir a mi hogar,
pero mi hogar es la boca de un tiburón
hogar es el cañón de la pistola
y nadie abandonaría su hogar
a menos que el hogar te persiguiese hasta la orilla
a menos que el hogar te diga
que aceleres tus piernas
dejes tu ropa atrás
te arrastres por el desierto
atravieses los océanos
te ahogues
te salves
estés hambriento
mendigues
olvida el orgullo
tu supervivencia es más importante
nadie abandona el hogar hasta que el hogar es una voz sudorosa en tu oído
diciendo –
ve,
corre lejos de mí ahora
no sé en qué me he convertido
pero sé que cualquier lugar
es más seguro que aquí.
Souvenir
You brought the war with you
unknowingly, perhaps, on your skin
in hurried suitcases
in photographs
plumes of it in your hair
under your nails
maybe it was
in your blood.
You came sometimes with whole families,
sometimes with nothing, not even your shadow
landed on new soil as a thick accented apparition
stiff denim and desperate smile,
ready to fit in, work hard
forget the war
forget the blood.
The war sits in the corners of your living room
laughs with you at your TV shows
fills the gaps in all your conversations
sighs in the pauses of telephone calls
gives you excuses to leave situations,
meetings, people, countries, love;
the war lies between you and your partner in the bed
stands behind you at the bathroom sink
even the dentist jumped back from the wormhole
of your mouth. You suspect
it was probably the war he saw,
so much blood.
You know peace like someone who has survived
a long war,
take it one day at a time because everything
has the scent of a possible war;
you know how easily a war can start
one moment quiet, next blood.
War colors your voice, warms it even.
No inclination as to whether you were
the killer or the mourner.
No one asks. Perhaps you were both.
You haven’t kissed anyone for a while now.
To you, everything tastes like blood.
Souvenir
Trajiste la guerra contigo
sin saberlo, quizás, en tu piel
en maletas apresuradas
en fotografías
plumas de ella en tu pelo
bajo tus uñas
tal vez estaba
en tu sangre.
Viniste a veces con familias completas,
a veces sin nada, incluso sin tu sombra
aterrizaste en un suelo nuevo como una aparición de acento fuerte
vaquero rígido y sonrisa desesperada,
lista para adaptarse, trabajar duro
olvidar la guerra
olvidar la sangre.
La guerra se sienta en las esquinas de tu salón
ríe contigo frente a tus shows de TV
llena los vacíos en todas tus conversaciones
suspira en las pausas de las llamadas de teléfono
te da excusas para abandonar situaciones,
encuentros, gente, países, amor;
la guerra se tiende entre tu compañero y tú en la cama
permanece detrás de ti frente al lavabo del baño
incluso el dentista saltó del agujero de gusano
de tu boca. Sospechas
que fue probablemente por la guerra que vio,
demasiada sangre.
Conoces la paz como alguien que ha sobrevivido
a una larga guerra,
tómala día a día porque todo
tiene el aroma de una posible guerra;
sabes con qué facilidad puede estallar una guerra
un momento tranquilo, después sangre.
La guerra colorea tu voz, le da calidez incluso.
Sin inclinación por si fuiste
el asesino o el doliente.
Nadie pregunta. Quizás fuiste ambos.
No has besado a nadie desde hace ya tiempo.
Para ti, todo sabe a sangre.
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